“Nunca
he estado muy convencido de los renglones, nunca me gustaron y no creo
que me vayan a terminar gustando”…
Desde que
recuerdo, detestaba escribir entre renglón y renglón, tanto que me ponía
“creativo”, escribía de atrás hacia adelante, de página por medio, a veces
incluso lo volvía al revés, agarraba el cuaderno y lo acomodaba a como en
ese momento quería o me servía, ¡Era lógico! , pues un dictado de español no
ocupaba el mismo espacio ni orden que un dibujo del sistema digestivo en
ciencias, o un mapa conceptual de sociales, ¡Me adaptaba a mis
necesidades!, para mi estaba más que claro, llegar a esta conclusión no me
resulto complicado, pues cuando me tocaba estudiar yo me entendía, Complicado
fue hacerle entender a una madre “neurótica obsesiva” y a una maestra
“inicua opresora” que así era yo, y de hecho, que así soy yo.
Y es que… Vienen
siendo una cuestión tan rígida, tan poco permisiva, tan encasillante, Solo
pensarlo ¡Me sofoca!, Te lo explico fácilmente, dejáte llevar por un momento,
agarrá el cuaderno que tengás a la par, dale vuelta a unos 90 grados,
acercátelo lo más que podás, y pegá la frente… ¿Sentís ese “vientito” que te
pega en la cara? Acaso, ¿no sentís el frío del metal casi que penetrándote la
frente?
¿Ya lo ves?
¡Pues claro!, ¡Son varillas de hierro!, estoy casi seguro que del mismo
hierro con el que fueron hechos los barrotes de la cárcel de la Isla de San
Lucas.
A mí me gusta
escribir en hojas blancas, en hojas blancas, de preferencia limpias, y si
hablamos de que me das chance de ser más exigente, sería con un lapicero
delgado, casi pluma y de tinta verde, sentir que puedo escribir lo que
quiera, como quiera y de la forma en que quiera, al final, ¡los apuntes
que termine haciendo van a ser míos! ¡Y sí!, Estoy consciente de que mi método
puede llegar a ser indescifrable, y que necesito se me lea de vez en cuando,
pero, si no me entendés, ¿Qué tal si me preguntás?
Podemos invertir
lo que querrás desde cafés, cigarros y discusiones buscándole una
explicación, pensar que es una postura de desafío ante la autoridad, a la
norma, o que los renglones me recuerden el intento de encuadrar y explicar como
el tiempo es lineal (no siéndolo en absoluto), o simplemente entender que... “nunca he estado muy convencido de los renglones,
nunca me gustaron y no creo que me vayan a terminar gustando”...
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